Patagones del norte (meseta patagónica)
Esta zona fue habitada por dos grupos de indígenas muy diferentes entre sí: los tehuelches y los mapuches.
LOS PATAGONES O TEHUELCHES
La tradición más extendida sobre el nombre de estas tierras y de sus habitantes explica que los españoles que llegaron aquí por primera vez confundieron a los indios tehuelches, altos y fuertes, con auténticos gigantes, y les llamaron Patagones por comparación con un personaje frecuente en las novelas de la época: el gigante Patagón.
La región patagónica estuvo constantemente poblada desde hace unos 12.500 años. A la llegada de los españoles existían dos grupos principales con una frontera aproximada en el río Chubut: hacia el Norte, los GÜNÜN-A-KÜNNA (Tehuelche Septentrionales), hasta los ríos Limay y Negro; hacia el Sur los AONIKENK (Tehuelche Meridionales) hasta el estrecho de Magallanes. En 1520 Hernando Magallanes, en su viaje hacia el estrecho, recaló en Puerto San Julián (50º lat. Sur), en la actual provincia de Santa Cruz, donde ocurrió el primer encuentro con los nativos.
Los Tehuelches (o Patagones) vivían en el sur de la Patagonia, entre el río Santa Cruz y el estrecho de Magallanes. En un tiempo remoto, esos cazadores convivieron con fauna actualmente extinguida como el famoso milodon y el caballo enano. Tienen unas similitudes con los otros indios de Patagonia mas al norte (Mapuches, Pehuelches) con les cuales tenían contactos. Los primeros viajeros anotaron los parecidos en el modo de cazar por ejemplo, con los otros indios que ya conocían : los indios del Río (de La Plata). Su hábitat abarcó las estepas al norte del Estrecho de Magallanes. Se desplazaban tras sus correrías siguiendo a la caza en caballos que habían adquirido de los mapuches. Culturalmente pertenecen a la tradición pampeana Argentina. En sus desplazamientos alcanzaron hasta la actual ciudad de Punta Arenas, donde se supone intercambiaban productos con los kawashkar.
El primero europeo a conocer esos indios australes fue Antonio Pigafetta, cronista de la expedición de Magallanes (1520). Fue el que inicio el mito respecto al gigantismo de los patagones. Como termino medio tenían 1,80 metros de altura. Dice Dumont d'Urville que le impacto 'su enorme ancho de las espaldas, su cabeza ancha y gruesa y sus miembros macizos y vigorosos' destacando que 'constituye una bella raza de hombre, plenos de fuerza y vigor'.
Eran muy diestros con la boleadora, sea de a una, dos o tres bolas. También usaban lanza y arco. Con el hombre blanco llego el caballo, y los tehuelches se convirtieron en jinetes increíbles. Cazaban el guanaco y el ñandú. Tenían (usaban) muchos perros (ruidosos y penosos dijeron los viajeros).
Hablaban un lenguaje gutural, oclusivo y aglutinante. Carlos Vega da los ejemplos siguientes : "no te caigas" se decía "M'huatrhs" ; "es mi mujer" : "Yas ksheh".
Religión:
La creación entre los Tehuelche era atribuida a un ser que siempre existió. En un principio vivía rodeado por densas y obscuras neblinas "allá donde se juntan el cielo y el mar".
Kooch siempre existió, no tuvo nacimiento ni principio. Era como el aire. Nadie podía tocarlo, tampoco existía nadie ni para verlo, ni para tocarlo. Desde el principio de todo, Kooch estaba rodeado de tinieblas. Como vivía solo y rodeado de tinieblas desde la eternidad, nada podía ver y esa situación le entristeció de tal manera que comenzó a llorar largamente, con un llanto profundo e interminable. De las lágrimas que brotaban de sus ojos se formó el mar primitivo, ARROK, primer elemento de la naturaleza, donde comenzó a gestarse la vida para poblar el futuro mundo. Cuando advirtió que el agua brotada de sus ojos seguía en constante aumento, dejó de llorar y dio un profundo suspiro. Ese suspiro originó el viento, que disipando las obscuras neblinas, dio lugar al nacimiento de la claridad "igual que ahora aparece el día después de la noche en el lejano horizonte". Eso le causo gran alegría, despertando sus ansias de seguir creando los restantes elementos que formarían el mundo.

Creó todo con vida, hasta las piedras tienen una forma de vivir. Kooch había creado el mar con sus lagrimas y había disipado las tinieblas a su alrededor, pero a lo lejos continuaban y ello le impedía ver a su mundo desde la distancia aun habiéndose alejado mas y mas, hasta que de pronto alzó la mano realizando un rápido movimiento con que rasgó la oscuridad de la que brotó una gran chispa, la que continuó el giro de su mano, logrando disipar las tinieblas. Pudo entonces ver el maravilloso mundo alumbrado por ella a la que llamó Xaleshen (Sol).
Creados los tres elementos del espacio, el Viento, la Luz y las Nubes, KOOCH hizo surgir del seno del mar primitivo una isla muy grande, sobre la cual creó la vida perecedera, es decir: las aves, los animales, los insectos y los peces. A fin de admirar aquella maravillosa obra de KOOCH, el Sol enviaba luz y calor; las Nubes llevaban la lluvia bienhechora y el Viento se encargaba de crear los pastos.
La vida se desenvolvía en forma pacífica en la isla de la cosmología Tehuelche, hasta que aparecieron los gigantes, seres monstruosos y perversos. Desde esa isla ELAL trasladó a la Patagonia a todos los animalitos que fueron sus fieles amigos, una vez que se instalo en la nueva tierra.
ELAL, es el personaje central de la mítica Tehuelche, más que un dios, es un héroe educador, maestro de la caza y protector.
En la legendaria isla creada por KOOCH, nació ELAL, hijo del gigante NOSHTEX y TEO (Nube).
Fue el Cisne, quien trajo a ELAL siendo aún muy pequeño. El Cisne depositó al niño en la cumbre del Cerro CHALTEN (Fitz Roy) donde durante tres días y tres noches, protegido por las aves, contempló la nueva tierra.
ELAL, fue el creador de los CHONEK (Tehuelche), reveló a los hombres el secreto del fuego, inventor del arco y las flechas, les enseñó el arte de la caza y como seres creados a su semejanza les inculcó algunos principios de moral y conducta.
Finalmente, el ciclo termina con el alejamiento del héroe, que ha cumplido su misión, para dar lugar al hombre sobre la tierra.
ELAL desciende de la montaña, reúne a sus fieles camaradas, les prohíbe que le rindan homenaje alguno y retorna a su Isla llevado por un majestuoso cisne. Es en esa misteriosa Isla donde ELAL aguarda a los CHONEK muertos, que llegan guiados por WENDEUNK, un espíritu tutelar que lleva la cuenta de las acciones de todo Tehuelche.
Se puede distinguir entre los Aonikenk (Tehuelche Meridionales) y los Günün-A-Küna (Tehuelche Septentrionales).
http://www.historiaparatodos.com.ar/REGION%20PATAGONICA.html
Se logró conocer
cómo vivieron estas sociedades, su forma de vestir. Con la
información recabada se logra comprender con estaban formadas las sociedades y su ubicación geográfica.
También logramos conocer sus actividades
económicas, con base en la in formación recopilada se puede determinar la forma de vida en estas sociedades y cómo
fue que llegaron a su desaparición, quien los conquistó y por qué lograron tantas
cosas en distintos campos. Con base en
la información recopilada podemos comprender la extensión que estas culturas
tuvieron.
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